Hablar de trenes y compartir nuestra afición es mucho mejor siempre alrededor de unas cervezas. Lo único ingrato es que no puedan reunirse en estas ocasiones más miembros de LCTM. La geografía y las circunstancias personales mandan.
Nuestro cronista oficial, José María "Bielas", nos ofrece sus impresiones sobre nuestra última reunión en Madrid, en la cervecería Oldenburg.
"Una tarde noche muy interesante e intensa, venta in situ de boosters incluida(1), aparte del placer de conocer a nuevos forenses se plantearon inquietudes muy comunes pero que al parecer no están lo suficientemente aclaradas, a estas esta alturas todavía existe la duda entre analógico y digital (2), gracias a Dios la opinión unánime se decantó por el digital, excepto un disidente que fue inmediatamente enviado al limbo de los incrédulos y castigado sin cervezas por siempre jamás de los jamases.
También se comentaron las diversas opciones para construir una maqueta suspendida del techo, opción que solo se le puede ocurrir a un demente como al que esto escribe, creo que debería ser un tema a tratar con profundidad en el foro.
He tenido la satisfacción de recriminar en persona a mis "supuestos padrinos" su poco interés por el honor de los contendientes y su desmesurada prontitud para titularse como herederos del posible difunto, antes los vendo en E-bay que daros la satisfacción de disfrutar de mis locos, pandilla de buitres. (3)
Tengo que agradecer en nombre de todos el gran esfuerzo de uno de nuestros forenses que aquejado de un lumbago de libro asistió a nuestra cita, un abrazo y que te mejores.
Y por supuesto mencionar a nuestro discreto zetero que casi nunca escribe y que casi siempre está presente en nuestros aquelarres, otro abrazo.(4)
Tras mucho tiempo en pie, por fin nos sentamos en un lugar más o menos acogedor y que firmemente propongo como nuestro habitual lugar de cita, salvo opiniones en contrario que no serán tenidas en cuenta a no ser que el lugar elegido sea la cervecería Santa Bárbara esquina a Goya.
Una vez nuestros maltrechos cuerpos y cansadas piernas asentaron sus reales en un lugar digno de nuestra prosapia y dignidad, discretamente un camión de unos 23 cm. apareció sobre el mantel, un primer plato muy digno con la leyenda LCTM inscrita en los laterales del remolque, por no hablar de las luces, cabina incluida, un trabajo magnifico de un discretísimo y habilidoso forense (5) que no se prodiga demasiado y que tiene unas manos de lujo, quien sabe, quizá su siguiente sorpresa sea un cervecero.
Por fortuna para los pacientes lectores no pude quedarme a la cena, antes de irme conseguí robar un trozo de salchicha y dos o tres patatas fritas, así que aquí termina mi ¿croniquilla? de un nuevo e interesante encuentro de los componentes de este foro que es el mejor del mundo mundial y de parte del extranjero.
Un abrazo y hasta el próximo encuentro."
Notas de la redacción: